Tenemos ante nosotros dos máquinas: la primera está pensada sólo para jugar. La segunda tiene, como opción, la de jugar.
Yo prefiero jugar con un mando y sentado en mi sofá, pues la mayoría de jugones pasamos bastantes horas “enganchados” al mando y necesitamos estar cómodos. No es lo mismo estar sentadito en tu sofá que en una silla de escritorio.
Jugar con una consola es muy fácil. Vas a la tienda, la compras, la enchufas a tu TV y le metes el último juego que ha salido al mercado, y esa misma máquina te sirve durante años, hasta que se cambia de generación. Jugar con un PC es algo más complicadillo, que si drivers de la tarjeta gráfica, drivers de sonido, DirectX, pantallazo azul de Windows, ahora me salta el antivirus….
He de reconocer que en la época de PS2 sí que alternaba el juego entre la máquina de Sony y mi PC, pero poco a poco éste último se me iba quedando anticuado y cada vez podía jugar a menos juegos nuevos, por lo que opté dejar el teclado y el ratón y aficionarme al mando. ¿Gastarme 600€ para actualizar el ordenador cada año? ¿Sólo por jugar? No, para eso tengo una máquina que está pensada para ello, y mi PC para navegar por internet ya me sirve. Esa fue mi filosifía, y esa sigue siendo mi filosofía.
Los juegos que vos queres! 